El aire que respiramos está compuesto por un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 1% de otros gases.
El nitrógeno es un elemento químico, cuyo símbolo es N, su número atómico 7, el peso atómico 14.0067; y es un gas en condiciones normales.
A este gas se le suponen una serie de ventajas.
Entre las ventajas de inflar los neumáticos con nitrógeno están: la facilidad de producirlo, que es incombustible, es inodoro, es limpio, es seco, es inerte, está libre de humedad y es uno de los principales componentes atmosféricos.
Además el oxígeno retiene calor mientras que el nitrógeno lo dispersa. Es más estable a los cambios de temperatura. Mantiene la presión en los neumáticos ya que las moléculas de nitrógeno son más grandes que las de oxígeno y le cuesta más escaparse del neumático. Al estar el neumático inflado sólo con nitrógeno, no se produce oxidación (no existe oxígeno, que la provoca) dentro del neumático, que acelera el envejecimiento del neumático. Es seguro ya que no es inflamable. Reduce el consumo de combustible y logra que no se tengan que revisar las presiones de inflado tan a menudo.
Todas estas ventajas son las que nos indican los fabricantes de máquinas para producirlo y los talleres que lo recomiendan.
En el mundo de la competición automovilística, en aviación y en vehículos de transporte de materias inflamables y peligrosas se utiliza hace años.
El tiempo nos dirá si resulta rentable.
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